Robert Lucas (1937-2023) y su revolución Lucasiana

El pasado 15 de mayo nos dejaba el premio Nobel de economía Robert Lucas a los 85 años. Muchas son sus contribuciones a la ciencia económica que se han recordado estos días: las expectativas racionales, su famosa crítica, la importacia que atribuía al capital humano a la hora de explicar el crecimiento económico... En este post, sin embargo, nos centraremos más en su contribución metodológica y cómo ésta cambió radicalmente la forma en que se hacía, y se hace, economía.

En este sentido, es esclarecedor el estudio sobre Lucas que hace el historiador del pensamiento económico Michel De Vroey en su libro "A History of Macroeconomics from Keynes to Lucas and beyond". Allí se detalla la forma en que el premio Nobel se adentró en el campo de la economía, después de haber finalizado sus estudios de historia en la Universidad de Chicago. Según cuenta él mismo, se encontraba realizando un ensayo sobre historia económica de la Inglaterra del siglo XIX cuando se dió cuenta de que no contaba con las herramientas necesarias para comprender de forma completa el tema. Por esta razón, decidió estudiar economía. Y lo hizo, en un primer momento, a través de la lectura del libro de Paul Samuelson  "Foundations of Economic Analysis" de 1947. Samuelson había escrito su libro como una forma de introducir, de manera amplia, el análisis matemático en la economía (basado en las clases que impartía en el MIT) con el objetivo de sistematizar los problemas económicos en términos de problemas de optimización. Este trabajo, de un keynesiano como era Samuelson, tendría un gran impacto en el futuro economista. Como expresó el propio Lucas:

"I loved the Foundations. (...) I internalized its view that if I couldn't formulate a problem in economic theory mathematically, I didn't know what I was doing. (...) mathematical analysis is not one of the many ways of doing economic theory: it is the only way."

Con este enfoque matemático, Lucas se interesó en sus inicios por la economía laboral. Su primer paper importante sería el publicado en 1969, junto con Leonard Rapping, "Real Wages, Employment, and Inflation" en el que tomaba una visión novedosa en aquellos años sobre cómo se determinaba el nivel de empleo de equilibrio. En primer lugar, Lucas y Rapping se concrentraron en las decisiones de los trabajadores, que tenían que resolver un problema de optimización intertemporal entre ocio y consumo (esto es, entre varios periodos, por lo que tendrían en cuenta las expectativas sobre el futuro). Esto se alejaba de la visión imperante en aquella época de fijarse más en las decisiones de demanda de trabajo por parte de las empresas. En segundo lugar, adoptaron un enfoque de equilibrio (que, además, sería intertemporal) de market clearing, en ingés, o de vaciado de mercado. De esta forma, este mercado laboral estaría continuamente en equilibrio y, por tanto, el desempleo sería consecuencia del comportamiento optimizador intertemporal de los trabajadores. 

Pocos años después, en 1972, Lucas formularía su famosa hipótesis de las expectativas racionales, basándose en el artículo pionero de Muth de 1961.

Habiendo presentado ya algunas de sus principales contribuciones, estamos preparados para enumerar los elementos que caracterizaron la denominada revolución Lucasiana. De Vroey (2016, cap. 10) es una magnífica guía sobre la metodología seguida por Lucas. Por una parte, Lucas consideraba que se debía acabar con la distinción entre la "macroeconomía" y la "microeconomía" y, en su lugar, hablar de teoría economica, tal y como hacían los economistas clásicos Smith o Ricardo, o los neoclásicos Marhsall o Walras. Este objetivo se consigue, según Lucas, subsumiendo los problemas agregados o macro, como la inflación y el desempleo, en un marco microeconómico más amplio. Esto es lo que se ha venido en llamar microfundamentación de la macroeconomía.

Por otro lado, el estudio de la macroeconomía se debe llevar a cabo en un marco de equilibrio general para poder tener en cuenta todas las partes que componen una economía. Además, debe ser dinámica, ya que aquélla evoluciona a lo largo del tiempo. Y, por último, se debe introducir el elemento de la incertidumbre, representada por shocks estocásticos (a los que se le atribuye una cierta probabilidad) que sufriría una economía. Por estas características, De Vroey (2016, p. 177) afirma que se puede considerar a Lucas como uno de los padres de los DSGE models (modelos estocásticos dinámicos de equilibrio general), aunque estos fueran modificándose a lo largo del tiempo. Asimismo, estos tipos de modelos se caracterizan por un profuso uso de las matemáticas (uso que, por otra parte, no estuvo disponible hasta esas décadas tras los avances en materia de optimización dinámica)

Otro punto esencial de su revolución, y quizás el más polémico, es el de la relación que establecía entre los modelos económicos y la realidad. Para Lucas, los modelos son construcciones imaginarias no realistas que, no obstante, nos ayudan a simplificar la realidad y a pensar sobre ella. En sus propias palabras, "insistence on the 'realism' of economic model subverts its potential usefulness in thinking about reality", añadiendo a continución que "a 'theory' is not a collection of assertions about the behavior of the actual economy but rather an explicit set of instructions for building a parallel or analogue system - a mechanical, imitation economy". Es decir, muchos de los supuestos utilizados por Lucas y sus seguidores irán más dirigidos hacia los modelos mismos, y no se introducirán porque tengan una correspondencia con la realidad observada. En este sentido, debe mencionarse el concepto de la "disciplina del equilibrio" consistente en imponer la condición de equilibrio en los modelos para hacer más fácil a los economistas la tarea de comprender el mundo que les rodea. Por citarle una vez más, "equilibrium is a property of the way we look at things, not a  property of reality".

Sin embargo, todo esto no quiere decir que Lucas se preocupase solamente por la teoría, y no la practica. Más bien sucedía al contrario al considerar que los modelos (que se podían basar en supuestos poco realistas, como hemos visto) se debían confrontar con la realidad y ver si aquéllos eran capaces de replicar los sucesos observados en ésta.

El impacto que estos y otros desarrollos tuvieron en la economía supuso que, de ahora en adelante, quien quisiera analizar cuestiones relacionadas se viese obligado, en primer lugar, a adoptar esta metodología. Tal fue influencia de la revolución que Lucas inició hace unos 50 años.

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